Tradición nocturna

Junto a mi almohada siempre hay un buen pedazo de papel higiénico que seca mis lágrimas y sacude mi nariz, se me ha hecho una costumbre tenerlo desde hace 5 meses, ¿Por qué soy tan preciso en esa fecha?, por que nunca se me olvidará aquel 26 de mayo cuando mis oídos escucharon la verdad de tus labios que mató mis esperanzas sobre un futuro a tu lado, desde entonces llorar por las noches cuando nadie me ve es, más que un desahogo, una maldición para mi alma.

El problema es que en mi casa se han dado cuenta de mi dolorosa tradición nocturna y piensan que soy débil y entre chascarrillos martillan mi orgullo varonil. Los amigos en común se encuentran tan imparciales que el pensar apoyarse en ellos sería como ofrecerle palabras al viento.

Trazar un nuevo plan de viaje hacia el éxito en un papel tan estrujado y arrugado por las equivocaciones sentimentales, es una tarea que duele comenzar a realizar, pero que se debe iniciar de inmediato para no perder el rumbo.

Mientras comienzo a trazar un nuevo plan de vida, trataré de darle otro uso al papel que oculto debajo de mi almohada y escribir en él lo que siento para desahogarme de una manera que no sea a base de lágrimas. Y esta noche a 5 meses de distancia  he comenzado a cambiar mi dolorosa tradición nocturna,

 Hasta mañana ...