De esos días en los cuales duelen las heridas de la infancia, cuando recuerdas que nunca tuviste un hogar con papá y mamá, cuando la generación "X" pesa sobre tu espalda y los traumas de la misma complican las decisiones importantes en tu vida emocional.
Esta canción de Nirvana refleja sólo algunos de los tantos traumas que tenía Kurt Cobain y "explican" de alguna manera las palabras que dejó a su hija en esa carta previa al suicidio, al decirle que no merecía tener a un padre cómo él.
Ojalá ese grito desesperado "Grandma take me home" hubiese bastado para calmar sus demonios de la infancia, que no lo dejaron llegar a la vejez.
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